La Prueba de Trabajo (PoW, por sus siglas en inglés "Proof of Work") es un algoritmo de consenso utilizado en sistemas blockchain, como el de Bitcoin, para validar y confirmar las transacciones en la red. Este método requiere que los mineros resuelvan problemas matemáticos complejos para crear nuevos bloques en la cadena de bloques y, a cambio, se les recompensa con criptomonedas.
Resolución de Problemas: Los mineros compiten entre sí para resolver un problema matemático altamente complejo. Este problema requiere una gran cantidad de potencia de cálculo y es difícil de resolver, pero fácil de verificar una vez que se encuentra la solución.
Validación de Bloques: Una vez que un minero resuelve el problema, crea un nuevo bloque en la cadena de bloques y agrega las transacciones verificadas a ese bloque.
Prueba de Solución: Los demás nodos de la red verifican rápidamente si la solución propuesta por el minero es correcta. Si es correcta, el nuevo bloque es aceptado por la red.
Recompensa: El minero que resuelve el problema y valida el bloque es recompensado con una cierta cantidad de criptomonedas (por ejemplo, Bitcoin) y las tarifas de transacción de las transacciones incluidas en ese bloque.
Competencia Continua: La competencia para resolver los problemas y crear bloques sigue en curso, lo que asegura la continuidad de la cadena de bloques y la validación de nuevas transacciones.
La Prueba de Trabajo es conocida por su alta seguridad y resistencia a ataques, ya que un atacante tendría que controlar una mayoría de la potencia de cálculo de la red para alterar la cadena de bloques. Sin embargo, también requiere una gran cantidad de energía y recursos computacionales, lo que ha llevado al desarrollo de otros algoritmos de consenso más eficientes en términos energéticos, como la Prueba de Participación (Proof of Stake, PoS).