El mundo de las criptomonedas es diverso y ofrece una variedad de tipos, cada uno con sus propias características y usos. A continuación, te presentamos algunos de los tipos más comunes:
Monedas: Estas criptomonedas, como Bitcoin y Ethereum, están diseñadas para ser utilizadas como medios de pago en transacciones digitales.
Stablecoins: Son criptomonedas que mantienen un valor estable, generalmente vinculado a una moneda fiduciaria como el dólar estadounidense. Ejemplos incluyen USDT y USDC.
Tokens de Utilidad: Estos tokens se utilizan para acceder a servicios o productos en plataformas específicas. Por ejemplo, los tokens de Binance ofrecen descuentos en tarifas de transacción en su exchange.
Tokens de Seguridad: Representan una inversión en activos como acciones o bienes raíces, brindando a los inversores participación en los beneficios y la propiedad del activo subyacente.
Tokens No Fungibles (NFTs): Son criptomonedas que representan objetos únicos, como obras de arte digitales o bienes virtuales en videojuegos, lo que les otorga un valor único e individual.
Monedas Privadas: Algunas criptomonedas se utilizan exclusivamente dentro de comunidades o empresas y no están disponibles en exchanges públicos.
Criptomonedas de Privacidad: Criptomonedas como Monero o Zcash se centran en proteger la privacidad de las transacciones mediante técnicas de anonimización.
Es importante destacar que las criptomonedas pueden pertenecer a más de una categoría y que las fronteras entre ellas pueden ser difusas. Además, el mercado de las criptomonedas es dinámico y en constante evolución, lo que significa que pueden surgir nuevas categorías en el futuro.